- - Todas las piezas se pueden lavar. Puedes
sumergirlas en agua jabonosa, estiradas, sin frotar ni estrujar para que no
pierdan la forma.
Otra forma es ir dando golpecitos con un
algodón envuelto en una tela del mismo color de la pieza (para no dejar
pelusas) y mojado en agua jabonosa.
Después
debes dejarlas en algún lugar como una rejilla, una red o semejante, para que
vaya escurriendo el agua y secándose.
- - En el caso de que se te hayan arrugado, pueden
extender la pieza sobre un cartón o cojín previamente protegido con plástico, e
ir poniendo alfileres estirando ligeramente la pieza. Estando así, puedes
aplicar vapor o pulverizar para humedecer y después dejar secar.
- - Si ha cogido polvo o pelusa, puedes envolver
tus dedos en “celo” e ir dando golpecitos para que la pelusa quede adherida.
- - Cuando las guardes, debes estar estiradas para
que no se arruguen.
-
- - Si con el tiempo han perdido el apresto, puedes
aplicar un poco de almidón en spray.